"1989", la obra maestra de mi vida.


Durante toda mi vida siempre he amado la música, es ella la que me hace sentir felicidad, tristeza, amor e incluso enojo. La música es muy importante para mí, es la forma en la que puedo expresar cómo me siento. 


En 2014 Taylor Swift sacó un disco nuevo que la catapultó como “nueva estrella de pop,” ya que este era su primer disco que era 100% pop. Recuerdo leer en un segmento de entretenimiento de algún periódico que Taylor Swift renovaba su estilo musical y eso me emocionó. 

Para ser sincera, a mí siempre me gustó su música, pero tampoco era fan número uno, así que cuando leí que acababa de sacar ese disco, me intrigó y decidí escucharlo. Yo en ese entonces tenía doce años y no sabía todos los efectos que este iba a tener en mí. Y digo efectos porque este álbum ha marcado mi vida en distintos aspectos y tengo todas y cada una de las canciones en mi corazón.

 

Y así fue como comenzó todo…

 

Desde la primera canción titulada “Welcome to New York” supe que este disco era lo mío. La canción habla sobre la libertad que se puede sentir esta ciudad, ciudad con la que siempre he estado enamorada, así que era imposible no sentir que mi destino era escuchar todas la canciones de este maravilloso álbum, este verso define la canción y la magia que tiene: 

 

“Took our broken hearts and put them in a drawer

Everybody here was someone else before

And you can want who you want

Boys and boys and girls and girls”

 

Como toda niña ilusionada que sueña con vivir en Nueva York, con el ser libre, con cumplir sus sueños y vivir sin límites, esta canción era mi todo, y fue todo lo que necesité para comenzar a amar el álbum. 

 

Las canciones siguieron, canciones de amor, canciones de rupturas amorosas y canciones sobre discusiones y más, una tras otra, yo las disfrutaba todas.

 

Llegó otra canción titulada “I Know places” que habla sobre una relación amorosa a escondidas. Yo nunca había tenido una relación, pero igualmente vivía esta canción. Como toda adolescente de doce años, creaba escenarios imaginarios en mi mente, y eso fue lo primero que hice cuando escuché esta canción. En mi mente corría por un prado agarrada de la mano del amor de mi vida, mientras que éramos perseguidos por los “malos” de la historia y de fondo sonaba este verso de la canción:

 

“Just grab my hand and don't ever drop it

My love

They are the hunters, we are the foxes

And we run

Baby, I know places we won't be found

And they'll be chasing their tails trying to track us down

'Cause I, I know places we can hide

I know places”

 

Todavía hoy, a mis 19 años vuelvo a sentir lo mismo que sentí la primera vez que escuché aquella bella canción. 

 

Al terminar de escuchar esta canción seguía la que se convertiría una de las canciones más importantes y favoritas de mi vida. 

 

El nombre de esta canción es “Clean.” En esta canción Taylor cuenta la historia de su recuperación sobre una ruptura de una relación tóxica. Claro, Taylor hablaba sobre una relación amorosa, pero para mí, para aquella Claudia de doce años y para Claudia actual, su relación tóxica era  y es…la comida. 

 

Al escuchar por primera vez esa canción, empecé a llorar. Me sentía tan identificada con aquellos versos, ya que a los doce fue cuando comencé con mis trastornos alimentarios. Aquellos versos que hablaban sobre las idas y venidas de aquella relación y las marcas que dejaron en ella, tocaban algo en mí que ninguna canción había tocado antes. 

 

A los doce, me encontré en uno de los puntos más bajos de mi vida y de mi trastorno, llegué a tocar fondo. Esta canción fue aquel empujón que necesitaba para admitir que tenía un problema y que debía recuperarme, ya que tal y como dice la canción “When I was drowning, that’s when I could finally breathe.” Esta canción fue una de las razones por las que traté y hasta el día de hoy, sigo tratando de salir adelante.

 

Hasta el día de hoy, cada vez que siento que voy a recaer escucho aquella canción. Cada vez que me olvido de todo el esfuerzo que hice para recuperarme, para recuperarme a mí misma,  recuerdo los versos de la canción y recuerdo que no estoy sola, que a pesar de que han pasado años no significa que no puedo recaer, pero que ahora que estoy mejor no me puedo arriesgar a perder todo lo que he alcanzado. Este verso es aquel que me ayuda a seguir: 

 

“Ten months sober, I must admit

Just because you're clean, don't mean you don't miss it

Ten months older, I won't give in

Now that I'm clean, I'm never gonna risk it”

 

“1989” es aquel disco que apareció de casualidad en mi vida y que me llevó a ser devota de Taylor Swift, ya que si no fuera por ella y su maravillosa forma de escribir, estas canciones probablemente no hubieran tenido tanto impacto en mí. 

 

Este siempre será mi disco favorito, ya que sus canciones me han hecho feliz y me han ayudado a salir de momentos difíciles, a recuperarme y lo más importante, me han hecho sentirme libre, tal y como dice en su canción New Romantics “The best people in life are free.”




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