Parque de la memoria

Yo no pude asistir al encuentro que tuvo la comisión en el Parque de la memoria, pero he tenido la oportunidad de visitarlo unas cuantas veces por mi parte. 

La primera vez que fui fue en el 2019, cuando todavía me encontraba estudiando en Arquitectura en FADU. Nos habían dejado ir al parque, tomar fotos y armar una secuencia que tenga la luz como protagonista. Mi compañera, Valentina, y yo fuimos al parque. Nunca antes habíamos ido y sabíamos muy poco de este a pesar de que Ciudad Universitaria está al lado, así que nos pareció interesante y empezamos a investigar sobre el parque y las conmemoraciones que habían. 

 

El Parque de la Memoria es un monumento a las víctimas del terrorismo de Estado, por lo que es muy importante mantener respeto y sobretodo, no olvidar lo que sucedió y velar para que no se repita nunca más. 

Una de las obras que más me llamó la atención fue la de Marie Orensanz, titulada “Pensar es un hecho revolucionario”. Me pareció tan interesante el que sean dos bloques, uno al lado del otro, que se levantan y nos dejan ver el cielo, el río y el pasto al mismo tiempo y que además tienen la frase, que es igual al título, grabada en estos bloques.

 

La pieza se me hace muy importante y fue la que más me llamó  la atención en el parque por aquella frase, que al leerla, tuvo mucho impacto en mí. Me impactó de tal manera que instantáneamente al llegar a mi casa después de aquella visita, me puse a averiguar aún más sobre lo sucedido con el terrorismo de Estado y también sobre qué es lo quería mostrar la autora de la obra con aquella frase. 

 

Finalmente llegué a la conclusión de que la pieza hace una alusión al poder de reflexión y, de forma indirecta, nos cuenta sobre la censura de libros  y de libre pensamiento, además de que es un claro recordatorio sobre lo ocurrido y es una forma de decirnos que debemos estar atentos porque algo tan terrible como lo sucedido, no puede volver a pasar nunca más.